TIERRA DE GIGANTES
Pésima campaña en el Sudamericano U15 confirma lo mal que estamos
Con estupor y tristeza leo en la página web de la FIBA los últimos resultados del torneo Sudamericano U15 (sub 15) y constato algo que era casi evidente: ahora sí el básquet nacional tocó fondo. En el último partido del torneo, de una categoría eminentemente formativa y en la que las diferencias de talla, peso y experiencia no son tan evidentes como en mayores, Argentina nos vapuleó 100 a 24. Leyó bien, casi 80 puntos de diferencia. Mi solidaridad desde aquí con los jóvenes que, estoy seguro, con ilusión y orgullo se pusieron la camiseta nacional. No es culpa de ellos, en lo más mínimo. Si hay que buscar culpables, habría que comenzar por los irresponsables que decidieron mandar a este equipo al matadero. Con una competencia interna paupérrima a todo nivel, pretender competir al más alto nivel subcontinental es, por decirlo menos, irresponsable. Nunca antes, que yo recuerde, se había producido un resultado de tamaña desproporción en esta categoría. O los actuales dirigentes de este deporte (que en los años sesenta y setenta fue el segundo más popular del país) hacen algo o apagamos la luz y nos vamos.
Este resultado, como sucede con los de otros deportes de competencia en el Perú, solo es el reflejo de la poca importancia que un pueblo como el nuestro le da al deporte, la educación y la cultura. El recorte del presupuesto nacional al IPD para el próximo año es solo la confirmación de que la miopía de nuestros políticos se agudiza al ver al deporte, en particular, como un gasto y no como una inversión social redituable al mediano plazo.
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"Hay que salvar al básquet"
Nueva directiva de la FPB impulsará la creación de la liga profesional Dedicará su esfuerzo a trabajar en la formación de los menores"
El básquet peruano no tiene calificación. No encaja en ningún perfil conocido. No es profesional; de eso no hay duda. No es semiprofesional, porque eso tampoco existe aquí. ¿Amateur? Ni siquiera eso parece. El que se practica aquí es un básquet familiar. Es una calificación inclasificable, pero consecuencia directa de los muchos años de olvido que le ha tocado vivir, en parte por la desidia de las autoridades, en parte por el hambre de poder, por la ausencia de escenarios, la falta de difusión de sus actividades, el poco incentivo para captar jugadores, aficionados, auspiciadores, y la lista de justificaciones sigue.
Aquí lo practica un puñado de jóvenes, en su mayoría los gigantones que no encontraron virtudes para el fútbol. A ellos los van a ver sus familiares --a veces--, novias y esposas. Pero no siempre. Cada vez hay menos jugadores y cada vez menos equipos. En damas, por poner un ejemplo, solo cuatro equipos integran la División Superior. Los cánones de la normalidad dictan que una liga la deben integrar 8 o 10 equipos, pero aquí no llegamos a tantos.
Y a este panorama desolador le damos la estocada final diciendo que el básquet peruano está atrasado 30 o 40 años con relación a los 'hermanos del Atlántico'. Entonces, el panorama es mucho más triste. La frase no es nuestra. La lanzó el técnico, comentarista de televisión y hoy flamante vicepresidente de la Federación Peruana de Básquet, Richard Porras.
"Más bajo no podemos caer. Después de haber sido el segundo deporte más importante del Perú hasta los años sesenta, hoy está casi desapareciendo".
Así ha heredado Porras la posta de un deporte que sigue teniendo muchos fieles cautivos, que durante el verano suele congregar a cientos de niños en las academias, pero que no termina de cuajar en los jóvenes cuando dejan el colegio.
UNA LIGA URGENTE"Hay dos aspectos que tenemos que trabajar en forma inmediata. El primero es intensificar la labor formativa de los entrenadores y tratar de afiatar el plan que queremos denominar 30-40, es decir, que al final de un año, todas las categorías hayan jugado al menos 30 partidos oficiales. Hoy, aunque no lo crean, hay categorías que no llegan ni a 10 al año. La segunda parte del proyecto incluye la creación de una liga profesional".
Ouch, tocó justo en la herida. Por alguna razón que es difícil de entender, el propio Porras intentó movilizar a los clubes a la creación de la liga hace unos tres años, pero encontró una tenaz oposición en un club de mucho arraigo en la capital y, aunque parezca increíble, en un sector de la dirigencia que hasta hace unos meses formó parte de la federación y que ha sido removida por las bases en un acto que reivindica las raíces democráticas del deporte, tan cuestionada por los pésimos ejemplos que tenemos en otras federaciones.
"Pero es la única fórmula para que el básquet vuelva a ser, al menos en parte, lo que fue. Todos los países de Sudamérica la tienen, excepto nosotros. Tendría que ser con 8 o 10 equipos, con dos extranjeros por equipo, con partidos que puedan ser transmitidos por televisión para que sirvan de espejo para que los más pequeños. En pocas palabras, esto tiene que ser un espectáculo", expuso Porras. Es un deseo que Deporte Total comparte. Nadie pide la NBA, pero sí una liga decente, competitiva.
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Barack Obama pudo haber sido estrella de la NBA
Cuando estudiaba en Hawái, el próximo presidente de EE.UU. no se cansaba de anotar en los aros de baloncesto
Obama aprendió muy joven que el tamaño sí importa. Quedó a unos diez centímetros de la NBA, pero alcanzó la talla ideal para mirar todo desde arriba. Con su metro ochenta y cinco de estatura, Obama fue durante sus años de estudiante 'Barry O' Bomber', un exquisito jugador de baloncesto en el equipo de la Hawaii's Punahou High School, uno de los mejores institutos privados de Estados Unidos. Era el más alto de su grupo, suficiente para imponerse en marchas y manifestaciones. Sin embargo, a la hora de encestar se quedó con la talla de las ligas menores.Usaba la número 23 en la espalda. Cosa curiosa, años después ese sería el número de Michael Jordan, el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. A los 18 años, en 1979, 'Barry O' Bomber' fue la figura de su equipo (también conocido como los Rat Ballers), que esa temporada alcanzó las finales estatales."Pienso que se puede saber algo de una persona por la forma en que juega al baloncesto", dijo Obama en una programa de la cadena HBO. Para él un mensaje efectivo no puede pasar de 24 segundos, lo que dura la posesión de balón en el básquet.En sus años de 'Barry O' Bomber', el próximo presidente del país más poderoso del mundo supo cuándo intentar una canasta de tres puntos o cuándo pasar el balón. Todo en milésimas de segundo. Ahora que es Barack Obama tendrá algunos minutos más, pero siempre estará la presión de esa última jugada, de ese lanzamiento apurado con el reloj en contra. Él ya sabe.Pero Obama todavía sale a la cancha. El día que su partido lo designó como candidato presidencial sus asesores le pidieron que no jugara baloncesto para evitar lesiones imprevistas. El deporte lo desestresa y le da crédito. En el duelo de un ex boxeador (John McCain) con un basquetbolista (Obama) ganó el segundo sudando la camiseta en el cuarto de hora decisivo.Los mejores jugadores de la NBA le dijeron sí a quien fuera 'Barry O' Bomber'. LeBron James -quien donó 200.000 dólares para la campaña del candidato demócrata-, Chris Paul, Kobe Bryant, entre otros, se sumaron al más efusivo, el histórico Earvin 'Magic' Johnson, quien aseguró que lloró toda la noche junto a su esposa después de ser confirmado el triunfo de Obama.Barack no se ha olvidado de 'Barry O' Bomber'. No llegó a la NBA, pero a los 47 años se ganó otro lugar estelar. Michael Jordan y Charles Barkley, otros inmortales del básquet, también lo han elogiado por su condición de diferente. Obama: el electo presidente de EE.UU. que tiene en sus manos el destino político de millones. En esas manos contundentes y predestinadas. Barack Obama es zurdo.
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